
¿Cuántas veces hemos escuchado sobre el origen de nuevas enfermedades, nuevos virus que dañan nuestro cuerpo? Pero también, ¿cuántas veces hemos logrado erradicar o controlar estos patógenos? ¡Muchas!, ¿Cierto?
Actualmente estamos viviendo una de las pandemias más grandes de la historia de la humanidad, la causada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2. Bien sabemos que la hemos pasado mal social y económicamente, pero a comparación con los registros históricos de otras pandemias o epidemias sucedidas en el pasado esta es en la que nos ha ido mejor, ya que actualmente y afortunadamente existe una vacuna en poco tiempo, y según los pronósticos, pronto podremos terminar el confinamiento, pero, ¿sabías que cada vez somos más propensos a sufrir estas pandemias?

Una de las más grandes interrogantes de esta pandemia ha sido ¿de dónde salió este virus? Tal vez la respuesta aún no la tengamos, pero hipótesis surgidas en la comunidad científica, plantean que provino de algún animal salvaje en un mercado de Wuhan, China, y sí, esto nos recuerda que somos sumamente vulnerables ante la naturaleza, ¿verdad? Siempre lo hemos sido y lo seremos, ¡que no se nos olvide nunca!
Sólo recuerda a la famosa “peste negra” o “peste bubónica” que azotó Europa en 1348, donde se sembró la muerte y la destrucción por todo el continente, pero a pesar de ello, el ser humano pudo controlar y sobre salir; y debido al temor a un posible contagio a escala planetaria de la epidemia, que entonces se había extendido por amplias regiones de Asia, dio un fuerte impulso a la investigación científica de esa época, y fue así como los bacteriólogos Kitasato y Yersin, de forma independiente, descubrieron que el origen de la peste bubónica era la bacteria yersinia pestis, que afectaba a las ratas negras y a otros roedores y se transmitía a través de los parásitos que vivían en esos animales, en especial las pulgas (chenopsylla cheopis), las cuales inocularon el bacilo a los humanos con su picadura. (Virgil A., 2012). Esto sólo es un ejemplo de los tantos virus que se han originado debido a nuestra mala relación con los animales o la naturaleza en general. (Imagen: El Periodico)


Según reportes científicos, el 70% de las enfermedades humanas de los últimos cuarenta años han sido transmitidas por animales salvajes. El ébola, el SIDA, el SARS, la gripe porcina y el más reciente Covid-19 son de los ejemplos más claros. La zoonosis (enfermedad infecciosa que pasa de animales a humanos) causa alrededor de mil millones de casos de enfermedades y millones de muertes cada año. (Jones, K.; Patel, N.; Levy, M. y otros. 2008). Por todo ello se considera que las zoonosis transmitidas por animales silvestres podrían representar la amenaza más importante para la salud de la población mundial en el futuro, y sí, debemos preocuparnos.
Cambiar nuestra relación con la naturaleza
Debemos tener en cuenta que los virus siempre han estado presentes en el ambiente. Muchas veces pensamos que con el simple hecho de tocar o estar en contacto con la naturaleza, vendrá un virus mortífero a desecharnos, y no es así. Los sistemas naturales inalterados y equilibrados reducen la posible transmisión de enfermedades, al estar “diluidos” los agentes patógenos entre la diversidad de especies causando el efecto de dilución (Johnson P.T.J y Thieltges D. W. 2010) (Keesing, F.; Holt, R.D. y Ostfeld, R.S. 2006) limitando también el contagio y la expansión. En hábitats bien conservados, con gran variedad de especies y ejemplares en abundancia, los virus se distribuyen entre las distintas especies, pero también tienen muchas posibilidades de acabar en alguna que bloquea su dispersión. Además, existen depredadores que eliminan preferentemente los ejemplares más débiles y enfermos. Todo ello contribuye a mantener controlados los efectos de posibles enfermedades en la propia población y a reducir notablemente el riesgo de transmisión a otras especies.
La destrucción y alteración de los ecosistemas debido al creciente impacto humano, combinado con el cambio climático, debilita los ecosistemas naturales y facilita la propagación de patógenos, aumentando el riesgo de contacto y transmisión al ser humano con los consiguientes efectos negativos sobre nuestra salud (Gozlan, R.; Jagdesh). (Imagen : Naturaleza y Pandemias)

En general, las actividades antropogénicas o humanas pueden romper el equilibrio de los ecosistemas, que también incluyen patógenos potenciales, entrando en contacto directo con virus desconocidos que pueden ser letales para nuestra propia especie. A esto, le sumamos los que, a medida que el cambio climático provoca el aumento generalizado de la temperatura en todo el planeta, antiguos patógenos contra los que no estamos inmunizados podrían salir a la luz al derretirse las capas de la tierra permanentemente congeladas en el permafrost y casquetes polares.
Debemos empezar a proteger verdaderamente nuestros ecosistemas, reconocer lo frágiles que somos ante las leyes de la naturaleza, que, a medida que perdemos la biodiversidad de nuestro planeta, más propensos somos a estos virus y pandemias. De la salud de nuestros ecosistemas depende nuestro futuro.
Si la relación de la humanidad con el planeta no cambia, las posibilidades de nuevas pandemias de origen zoonótico o hasta virus prehistóricos revelados de las capas de hielo fundidas por el cambio climático, son muy elevadas.
Y tú, ¿qué haces para proteger a la naturaleza?
En la siguiente imagen te damos algunas opciones para ayudar a conservar al planeta y sus ecosistemas. (Imagen : ¿Qué son los servicios ecosistémicos?)
Redacción: Benito Cervera Cansino
Fotografía: Diana Evelyn Mosqueda Rivera y Daira Aveces
Diseño de portada: Michelle
Publicación: Abril
Referencias
Virgili, A. (2021, 23 marzo). Historia National Geographic. Fuente
Jones, K.; Patel, N.; Levy, M. y otros. (2008). Global trends in emerging infectious diseases. Nature. Fuente
Gozlan, R.; Jagdesh , S. (16 Febrero 2020). Así influyen los cambios medioambientales en la aparición de nuevas enfermedades. Fuente
Keesing, F.; Holt, R.D. y Ostfeld, R.S. (2006). Effects of species diversity on disease risk. Ecology Letters. Fuente
Johnson P.T.J y Thieltges D. W. (2010) Diversity, decoys and the dilution effect: how ecological communities affect disease risk. Fuente
Pérez, B. (15 de Febrero de 2020). La destruccion de ecosistemas origina nuevos virus como el covid-19. Fuente
Rizzo, D. (20 de Junio de 2019). ¿Qué son los servicios ecosistémicos?. Fuente