Escrito por Gilda y Publicado por Delphine
Soy Mayra Salazar, vivo en Chihuahua pero me considero una ciudadana del mundo, desde niña nació mi amor a la naturaleza ya que mi abue materna vivía en un pueblo muy cerca de donde vivo, yo en cuánto tenía oportunidad aventaba mi mochila y me iba a pasar con ella todas las vacaciones; ella me enseñó a amar y respetar por medio del ejemplo todas las vidas y la naturaleza.
Actualmente trabajo en el área de Recursos Humanos y doy clases de desarrollo sostenible en la Universidad Autónoma de Chihuahua, además tengo un proyecto que es mi pasión, Proyecto Libélula Verde, en el cual motivamos y enseñamos permacultura, economías alternativas y agricultura ecológica.
De Libélula Verde nace otro con un enfoque totalmente social llamado “Mujeres semillas a la tierra” la cual es una Asociación civil hecha de mujeres para mujeres.

Todo esto nace de mi necesidad de ver cambios, en un momento de mi vida comprendí que nada ganaría quejándome de todo lo que no me gustaba, que era mil veces actuar y proponer cambios así que tome como estandarte la frase que dice, “Sé el cambio que quieres ver en el Mundo” de Gandhi y pensé que habiendo tantas cosas que cambiar lo mejor sería que mi pequeña contribución fuera en algo que me apasionará y por eso seleccioné proyectos ecológicos.
Así puse la rueda a girar y la vida me llevo al tema sustentabilidad ambiental por medio de la permacultura y la agricultura ecología principalmente para las ciudades. Me gusta pensar que con estos proyectos las personas pueden encontrar una vida más equilibrada respetando los hogares que les tocó habitar y con esto hablo de su cuerpo, además del lugar donde viven, su comunidad y su planeta.
Me inspira pensar que no hay trabajo pequeño que todos podemos hacer cambios que sumados contribuyan para un mundo mejor, amo enseñar lo que he aprendido y creo que mi trabajo principal radica en inspirar y motivar a las personas a emprender esos cambios y enseñarles a creer que son posibles y cómo comenzar.
Pienso que la vida está hecha de caídas y levantadas, por lo menos para mí el camino para nada ha sido fácil, pero creo que cada bache me ha ayudado a aprender. A veces, como todos, dudo y me doy de topes con mis decisiones pero me encanta poder tener la oportunidad de ir llenando el libro de la historia de mi vida a pulso. Como ejemplo de esto, la primera vez que hice la Asociación Civil, por ahorrar algo de dinero en el proceso terminé perdiéndolo todo ya que me asesoraron mal y el acta constitutiva no sirvió, tuvimos que anularla y volver a repetir todo el proceso. Aún sigo batallando con ello pero también sigo aprendiendo.

Siempre he pensado que son pocos los afortunados que desde muy jóvenes saben o descubren sus pasiones, la mayoría de nosotros cuando terminamos la prepa no tenemos la más mínima idea de que queremos hacer o estudiar. Mi recomendación es que sean curiosos aprovechen e inviertan su energía y tiempo en aprender sobre muchas cosas, creo que la única forma de descubrir lo que te encanta o te apasiona, llevando a cabo esa actividad, pues si nunca la haces será difícil que lo identifiques.
Hagan de todo un poco, busquen realizar actividades nuevas, eso funcionó para mí y poco a poco iba descartando las que no me gustaban y descubriendo las que me encantaban. Así llegué a un curso de siembra y mi corazón sonrió y supe que, aunque no sabía nada del tema, me encantaba.
“Experimenten, descubran lo que les encanta y busquen de hacer de su pasión un estilo de vida."
Me inspiran las personas, las mujeres, las juventudes, el agua, me inspiran las sonrisas de las personas que construyen esta vida más justa y más feliz, que conectan con la naturaleza y conectan con la vida.
Muchas gracias Mayra!

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